Santa Bakhita – Película y Biografía

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Bellísima película-miniserie que nos habla de Santa Bakhita, una mujer que sufrió como pocos, sin embargo decía: “Si yo encontrara a esos hombres que me hicieron sufrir tanto, me arrodillaría y les besaría la mano pues gracias a ellos ahora soy Cristiana”.

Primera Parte

Segunda Parte

Biografia de Santa Josefina Bakhita

Santa Josefina BakhitaJosefina Bakhita nació en una aldea cerca de la montaña Agilerei en el país de África central de Sudán. Su familia era de recursos y su padre era asistente del jefe de la aldea. Eran tres varones y tres mujeres en su familia. Pertenecían a la tribu Dagiu, gente de trabajo y paz. Cuando tenía cinco años, su hermana mayor fue secuestrada por comerciantes de esclavos. A través de su vida, Bakhita contaba la tristeza que pasó su familia al perder a su hermana. Varios años después, cuando tenía ocho años, Bakhita fue secuestrada. Fueron los comerciantes de esclavos árabes que le dieron el nombre de Bakhita. En su biografía ella misma cuenta su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos. «Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: ‘Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco’. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma. Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percaté que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: ‘Si gritas, morirás! Síguenos!’». Uno de los secuestradores dijo: «Bakhita es un nombre hermoso; te traerá buena suerte» Fue llevada a la aldea de los comerciantes de esclavos y encerrada en una choza por cerca de un mes, y después fue puesta en una caravana de esclavos. En total, fue vendida cinco veces. Algunos de sus dueños la golpeaban. Nunca consiguió escapar, a pesar de intentarlo varias veces. Con quien más sufrió de humillaciones y torturas fue con su cuarto amo, cuando tenía más o menos 13 años. Fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. «Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal», cuenta en su biografía.

El comerciante italiano y vice-cónsul Calixto Leganini, mientras se encontraba en Khartoum, compró a Bakhita por quinta vez en 1882 con la intención de liberarla. Fue así que, por primera vez, fue tratada bien. «Esta vez fui realmente afortunada –escribe Bakhita– porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad». En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita se negó a dejar a su amo, y consiguió viajar con él y su amigo Augusto Michieli, a Italia. La esposa de Michieli los esperaba en Italia, y sabiendo la llegado de varios esclavos, exigió uno, dándosele a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli. En 1888 cuando la familia Michieli compró un hotel en Suakin y se trasladaron para allá, Bakhita decidió quedarse en Italia.

Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, tras ser aconsejadas por las hermanas. Esta congregación fue fundada en 1808 con el nombre de Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia, pero son más conocidas como Hermanas de Canossa. El hombre que los llevó al convento dio a Bakhita un crucifijo de plata. «Mientras me lo daba», dice Bakhita, «lo besó con gran devoción; después me explicó que Jesucristo, el Hijo de Dios, había muerto por nosotros. Miré al crucifijo casi en secreto, y me llené de una fuerza misteriosa y sentí dentro de mí algo que no podía entender… Si hubiera conocido al Señor durante mi esclavitud, cuán menos hubiera sufrido». Recién llegada al Instituto, Bakhita conoció al Dios de los cristianos y fue así como supo que «Dios había permanecido en su corazón», y le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud. Recibió el bautismo, primera comunión y confirmación, al mismo tiempo, el 9 de enero de 1890, por el Cardenal de Venecia. En este momento, tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada. «¡Aquí llego a convertirme en una de las hijas de Dios!». Fue lo que manifestó en el momento de ser bautizada, pues se dice que no sabía cómo expresar su gozo. Ella misma cuenta en su biografía que mientras estuvo en el Instituto conoció cada día más a Dios, «que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma». La Señora de Michieli volvió de Sudán a llevarse a Bakhita y a su hija, pero con un gran coraje, Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. La esclavitud era ilegal en Italia, por lo que la señora de Michieli no pudo forzar a Bakhita, y es así que permaneció en el Instituto y su vocación la llevó a convertirse en una de las Hermanas de la Orden el 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad. Fue trasladada a Venecia en 1902, para trabajar limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero obtuvo la reputación de ser santa. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias. Se le conocía como una persona gentil y siempre dispuesta a ayudar.

La salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y tuvo que postrarse a una silla de ruedas. Se dice que le decía la enfermera: «¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!». Poco antes de morir el 8 de febrero de 1947, Josefina dijo: «No, no se entristezcan, aún estaré con ustedes. Si el Señor me lo permite, mandaré muchas gracias del cielo para la salvación de las almas». «Le he dado todo a mi Señor: Él me cuidará… Lo mejor para nosotros no es lo que nosotros consideramos, pero lo que el Señor quiere de nosotros». «Cuando una persona ama a otra con mucho cariño, desea con fuerza estar cerca de ella: por tanto, ¿porqué temer la muerte? ¡La muerte nos lleva a Dios!». Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras una invocación a la Virgen: «¡Señora! ¡Señora!». Miles de personas fueron a darle el último adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por tres días, durante los cuales, cuenta la gente, sus articulaciones aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la cabeza de sus hijos para que les otorgase la salvación. Su reputación como una santa se ha consolidado. Josefina ha sido recordada y respetada como Nostra Madre Moretta («Nuestra Madre Negra».), en Schio. Ella misma declaró un día: «Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa». Cuando fue canonizada el 1 de Octubre de 2000, el Papa Juan Pablo II dijo:
«¡Regocíjate África! Bakhita ha regresado a ustedes: la hija de Sudán, vendida a la esclavitud como mercancía viva, sin embargo libre: libre con la libertad de los Santos». El Papa también dijo de Bakhita: «En nuestros tiempos, en los que la desenfrenada carrera hacia el poder, dinero y placer es la causa de tanta desconfianza, violencia y soledad, la Hermana Bakhita se nos ha dado una vez más por el Señor como una hermana universal, para que nos revele el secreto de la verdadera felicidad: las bienaventuranzas… He aquí un mensaje de bondad heroica modelado en la bondad de nuestro Padre celestial».

Del Papa Benedicto XVI en Spe Salvi

“Se plantea la pregunta: ¿en qué consiste esta esperanza que, en cuanto esperanza, es « redención »? Pues bien, el núcleo de la respuesta se da en el pasaje antes citado de la Carta a los Efesios: antes del encuentro con Cristo, los Efesios estaban sin esperanza, porque estaban en el mundo « sin Dios ». Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir esperanza. Para nosotros, que vivimos desde siempre con el concepto cristiano de Dios y nos hemos acostumbrado a él, el tener esperanza, que proviene del encuentro real con este Dios, resulta ya casi imperceptible. El ejemplo de una santa de nuestro tiempo puede en cierta medida ayudarnos a entender lo que significa encontrar por primera vez y realmente a este Dios. Me refiero a la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida. Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Aquí, después de los terribles « dueños » de los que había sido propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un « dueño » totalmente diferente –que llamó «paron » en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo. Hasta aquel momento sólo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un « Paron » por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. También ella era amada, y precisamente por el « Paron » supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada. Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba « a la derecha de Dios Padre ». En este momento tuvo « esperanza »; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue « redimida », ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios. Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su « Paron ». El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia. El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas. La esperanza que en ella había nacido y la había « redimido » no podía guardársela para sí sola; esta esperanza debía llegar a muchos, llegar a todos”.





32 comentarios para “Santa Bakhita – Película y Biografía”

  1. ruben dario campo paez says:

    la verdadera fe es la q se vive desde el interior d nuetra umildad segun dios asi nos lo permite manifestar dios mio aviva mi propia fe con la umildad q tu pones en mi corazon

  2. Orlando Vàsquez says:

    La pelicula me ha dejado muy sensible, he llorado varias veces al ver esta majestuosa pelicula, la historia de esta Santa es muy dolorosa y llena de muchos mensajes, de amor, de verdad hoy siento alegria de saber de su vida y la verdad, siento que la amo….es una gran Santa.

  3. Mileidy Brillembourg says:

    Hermoso mensaje que nos deja la pelicula de Santa Bskhita!!!! El amor de Dios no tiene límites ni frontera!!!!! Es un verdadero ejemplo de vida!!!!

  4. Ronald Chacon (guatemala) says:

    QUE BUENO FUERA QUE TODO EL MUNDO SE DIERA CUENTA DE TODO LO QUE GUARDAN DENTRO DEL CORAZON!! como decia la Santa Bakhita: CUANDO EL CORAZON SE ABRE, SIEMPRE SE MANTIENE ABIERTO !!! esa frase me lleno de nostalgia.. Y BUENO TAMIEN LLORE!.. BASTA CON SOLO DEMOSTRAR EL AMOR HACIA LOS DEMAS!!!

  5. Edilso Ariza Camacho says:

    Hermosa muy hermosa esta historia, yo antes era ateo, y ahora he abierto mi corazón gracias a una separación de 4 años y medio con mi Querida Aleida, era un hombre muy arrogante, grosero y mal agradecido, pero como dice una cancionde Lilly Goodman Sin Dolor: A veces hay que ser golpeado para poder crecer
    Y alcanzar un poco más de madurez
    Porque no habría forma de saber manejar lo que vendrá
    Y aunque el dolor en esos tiempos puede ser Tan cruel,
    pero Dios no nos dejará permanecer
    Allá más tiempo del que podamos soportar.

    Ahora la perdi y comprendi que en verdad la amo. . .

    Gracias Dios es muy grande

  6. Diego Trejo says:

    Que película ta hermosa yo llore al ver lo que le hacían y me h a hecho reflexionar

  7. Pedro Silva says:

    Como puedo adquirir la pelicula de Santa Bakhita

  8. juan andres says:

    me encanto esta pelicula de esta santa africa

  9. Rocío says:

    Yo también ví la película que me motivóa buscar más sobre su biografía y es admirable. Que grande en su humildad y bondad Santa Bakhita sin duda una vida verdaderamente cristiana que nos ayudará y audará a muchas vidas a encontrarse con Dios!!!

  10. Carolina says:

    Yo Viii esa Pelicula Es La mejor qe hee Vistooo Cada Vez Qe La Veo Me Da Pena Y Alegria Al Ver Como Pudooo soportar Tantaa Tortura Y Luego Vivir una vida tan cristiana y poder decir qe le dabas las gracias a sus secuestradores
    Ella Es Un Ejemplo de Vidaaa al Ayudar A Tanta Gnte Y Poder segur a Dios Sin Conocerlos Y Darse Cuenta de la Maravilla qe es Dios 🙂

  11. Renato says:

    La primera vez que vi la película fue en mi colegio,quise llorar pero por la vergüenza que me daba de que me vean así.La historia me llego al corazón,ella fue el motivo para que me acerque a la Iglesia,quiera conocer mas a Dios y hasta me volví acólito.Mi nueva meta es ser santo

  12. Renato says:

    En mi anterior comentario se me olvido mencionar algunas cosas.En primer lugar es que tengo 11 años y todos me dicen que es impresionante que quiera ser santo a esta edad,se que el camino es difícil pero haré lo necesario para lograrlo.El personaje que mas me a gustado de la película es Federico.Muchos se preguntaran ¿por que? pero yo siempre trato de sacar lo bueno de las personas,yo quisiera tener su carácter 9y mi parte favorita fue cuando Rocco empezó a gritar !Aceptada,aceptada¡

  13. VICTOR says:

    Tambièn quiero compartir lo impresionado y emocionado que me deja esta pelìcula, por que la seguirè viendo en otros momentos. El año pasado pase por un momento muy doloroso, y gracias a Dios había visto la pelìcula y habia leido acerca de ella motivado por esta misma peìicula, por lo que pude soportar más mi dolor, sus tantos cortes en el cuerpo y la sal pagada a esos cortes tanto tiempo que le impedian deshacerse del dolor, hicieron que yo soportara tambièn mis dolores acompañado. Dios lo hizo todo bien, su amor es perfecto, lo esperamos y nos espera…es la ùnica seguridad que podemso tener en este mundo…un abrazo

  14. Karina says:

    Conocí a Bakhita cuando trabajé con los Misioneros Combonianos, ellos hacen misión por todo el mundo y en especial por Africa. Sudán es la tierra donde San Daniel Comboni dejó su imborrable huella, Bakhita es otro ejemplo de misión para ellos y la veneran con mucho amor. Hermosa película que penetra a lo más profundo del corazón y nos hace redescubrirnos como seres humanos y como hijos de Dios.

  15. Beatriz says:

    donde puedo conseguir la pelicula Bakhita doblada en ingles o espanol

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