La Fe Católica

Dios te Salve Reina y Madre Estudio Bíblico de María

Dios te Salve Reina y Madre-Estudio Bíblico de MaríaEste libro gratis, que es un estudio bíblico de la Virgen María, veremos en profundidad las múltiples razones por las que se le debe hacer una profunda devoción en nuestra iglesia. Nos detalla, entre otras cosas, el papel de María como la «Reina Madre», «Nueva Eva» y «Arca de la Alianza», títulos que se le han dado a la nuestra Madre la Virgen María desde los primeros siglos del cristianismo.

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A continuación veremos un pequeño fragmento del libro:

La Mujer del Apocalipsis

El verdadero drama —y también su significado más profundo— consiste en que Jesús se dirige a María como “mujer”.

En polémicas anti-católicas, esto es citado como evidencia de una falta de afecto de Jesús hacia su madre. Insistimos, no hay razón en ninguna parte del evangelio de san Juan para sacar semejante conclusión.

Jesús frecuentemente se dirige a las mujeres de esta misma manera (cfr. Mt. 15:28; Lc. 13:12; Jn. 4:21; 8:10; 20:13). En todos los casos esta forma de hablar es educada y respetuosa. Es, sin embargo, muy fuera de lo común que se dirigiera a su propia madre así. De hecho, en ninguna parte de la Biblia o literatura de ese tiempo tenemos un ejemplo de un hijo que se refiera a su madre como “mujer”.

Esto sugiere, fuertemente, que dicha palabra tiene un sentido simbólico para Jesús y para Juan. De hecho, esta es la única manera en que Jesús se refiere a la Virgen María en el evangelio de san Juan. Obsérvese que en la Cruz, cuando Jesús está muriendo y confía su madre a su amado apóstol Juan, él también la llama “mujer” (cfr. Jn. 19:26).

Para entender qué está pasando en Caná, necesitamos recordar el gran marco de san Juan: la nueva creación. En la primera creación, “mujer” fue el nombre que Adán dio a Eva (cfr. Gén. 2:23) y como veremos, san Juan quiere que entendamos “mujer” en Caná como la Nueva Eva y Jesús como Nuevo Adán.

Esta interpretación es reforzada cuando vemos otra obra atribuida a san Juan, el libro del Apocalipsis. En Apocalipsis, otra “mujer” misteriosa está en el centro de una gran batalla cósmica, y es descrita como una “señal” que Juan ve en el cielo (cfr. Apoc. 12:1).

Como en el evangelio de san Juan, el libro del Génesis está de fondo en la escena de Apocalipsis 12. El drama aquí se desarrolla se realiza con una promesa hecha por Dios en el jardín del Edén. Después que Adán y Eva comieron la fruta (cfr. Gén. 3), Dios promete que a lo largo de toda la historia de la humanidad habrá enemistad entre la serpiente y la mujer; y entre el linaje de la mujer y el de la serpiente. Además, prometió que se realizará una lucha decisiva y que el hijo varón de la mujer “aplastará la cabeza” de la serpiente (cfr. Gén. 3:15).

En el Apocalipsis, la “mujer” representa el papel asignado a Eva. “Con dolor” dará a luz un hijo varón, mientras una serpiente enorme, identificada explícitamente como la del Génesis (cfr. Apoc. 12:9), está esperando para devorarlo. El Hijo varón de la mujer es identificado como el muy esperado Mesías quien “ha de regir a todas las naciones” (cfr. Apoc. 12:5 y Sal. 2:9). Ese solamente podría ser Jesús y entonces, la mujer solamente podría ser su madre, María.

Cuando el niño nace y es arrebatado al cielo, la serpiente hace guerra contra el “resto de sus hijos”. La referencia tiene que ser a la Iglesia, el pueblo de Dios—“los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús” (cfr. Apoc. 12:17). Por esto la mujer del Apocalipsis, desde los primero días de la Iglesia, ha sido interpretada como un símbolo de la Virgen María y de la Iglesia.

¿Cómo nos ayuda esto a entender la historia de Caná?
En primer lugar, porque la historia de la creación del Génesis es el telón de fondo de Caná, y en el Apocalipsis. También aquí María es llamada “mujer”.

De igual forma, María en Caná es presentada como “la madre” del Mesías (Jesús), igual que en Apocalipsis. También ella está vinculada con los discípulos de Jesús, como la mujer del Apocalipsis es la madre de los que “mantienen el testimonio de Jesús”. De hecho, en Caná, la Virgen María es la persona que provoca el milagro que manifiesta la gloria de Cristo y hace que sus discípulos crean en Él (cfr. Jhn. 2:2,11).

Es interesante notar, que la otra y única vez que aparece la Virgen María en el evangelio de san Juan – al pie de la cruz— se refiere a ella como madre de la Iglesia. Jesús la llama “madre” de su discípulo amado, el apóstol Juan, y, por aplicación lógica, madre de todos sus discípulos (cfr. Jn 19:26-27).

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