Artículos de ‘Jesús’
17 julio, 2009 | Dios, Jesús, Oraciones, Pruebas de Fe
Para quien tiene fe, la muerte deja de ser un fantasma y se hace condición indispensable para el encuentro del hombre con Dios.
Para quien cree en Jesucristo, la muerte es el inicio de la felicidad eterna, liberación de todas las ligaduras que atan a nuestro cuerpo en la tierra. Es el inicio de todo, y no el “fin de todo”, como infelizmente se atreven a afirmar los incrédulos y materialistas.
La muerte y las lágrimas
12 julio, 2009 | Dios, Jesús, Sanación
La Pasión de Jesucristo viene a dar un sentido nuevo al dolor. A partir de la Cruz, el sufrimiento se vuelve redentor. Nos santifica a nosotros y a los demás. En vista de la eternidad, nuestra vida es comparada al “al soplo del viento que pasa”, y por eso todo sufrimiento es pasajero cuando recordamos los tesoros infinitos que Dios reservó para el que Él ama.
El dolor que santifica
10 julio, 2009 | Biblia, Descargar Libros Católicos, Jesús, Padre Ángel Peña
Jesús amaba de modo especial a los niños y los abrazaba y los bendecía. También amaba de modo especial a los pobres, a los enfermos y a los pecadores. En el Evangelio vemos el comportamiento de Jesús, acogiendo con amor a los enfermos y sanándolos; y buscando como un padre a sus hijos descarriados, porque quería devolverles la paz y la felicidad perdidas.
Jesús ama a los pequeños
30 junio, 2009 | Apologética, Biblia, Defiende tu Fe Católica, Eucaristía, Evangelizar, Iglesia, Jesús, La Fe Catolica
Iniciamos con este una pequeña serie de lecturas bíblicas, acompañadas de citas de la historia del cristianismo y del catecismo católico. La idea es mostrar de forma sencilla, pero amplia los fundamentos de nuestra Fe Católica. Pero antes nos encomendamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, pedimos el perdón de nuestros pecados y […]
Eucaristía: el que coma de este pan vivirá para siempre
28 junio, 2009 | Iglesia, Jesús
De pronto… frente a mí, acostado sobre una mesa, vi un Cristo sin cruz, iba a lanzarme sobre él, pero frené mis ímpetus. Miré al Cristo de reojo, me conquistó desde el primer instante. Claro que no era precisamente lo que yo buscaba, era un Cristo roto.
Mi Cristo roto
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