Benedicto XVI constató este jueves al recibir al segundo grupo de obispos mexicanos en visita «ad limina apostolorum» la incoherencia entre fe y vida de muchos católicos que genera estructuras sociales injustas.
El Santo Padre denunció ante los pastores de las circunscripciones eclesiásticas de Monterrey, Morelia y San Luis Potosí los «pecados sociales» originados por la pérdida del sentido de Dios y de los principios morales.
«México tiene ante sí el reto de transformar sus estructuras sociales para que sean más acordes con la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales», afirmó el pontífice en su discurso dirigido en castellano a los prelados con los que ha ido encontrándose en los días pasados en audiencias personales.
«A esta tarea están llamados a colaborar los católicos, que constituyen aún la mayor parte de su población, descubriendo su compromiso de fe y el sentido unitario de su presencia en el mundo», afirmó en el encuentro que se celebró en la residencia pontificia de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma.
En México, el 88.7% de sus cerca de 106 millones de habitantes es católico. Es el segundo país en número de católicos por detrás de Brasil y por delante de los Estados Unidos.
Para el obispo de Roma «la separación entre la fe que profesan y la vida cotidiana de muchos debe ser considerada como uno de los errores más graves de nuestro tiempo». Benedicto XVI a México: La incoherencia de católicos promueve estructuras sociales injustas