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Peregrinos de la fe – Padre Ignacio Larrañaga

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Talleres de Oración y Vida del Padre Ignacio Larrañaga


La fe no es sentir sino saber, no es evidencia, sino certeza, no es emoción sino convicción. Creer es entregarse, entregarse significa caminar incansablemente en pos del rostro del Señor. Creer es un siempre de nuevo partir, levantarse todas las mañanas y de nuevo ponerse en camino en busca del rostro del Señor. Peregrinos pues, caminantes, no turistas. Un turista sabe donde dormirá hoy, qué museos visitará mañana, qué ciudades recorrerá al día siguiente. Un peregrino no sabe nada, dónde dormirá hoy, qué comerá mañana, la fatiga, la incertidumbre, la inseguridad son las características de cualquier peregrino.

Sabemos que a la palabra Dios corresponde una sustancia y a las formulas de la fe un contenido, pero nunca mientras estemos en este mundo tendremos la evidencia sensible de poseer experimentalmente, vitalmente la sustancia que corresponde a la palabra Dios. Abraham había vivido 75 años en Ur de Caldea, tenía prestigio, propiedades, en fin una magnífica instalación vital, un día se le presentó el Señor diciendo, «Abraham, deja todo y ven conmigo a una tierra que ya te indicaré» y a sus 75 años Abraham se pone en camino detrás de Dios en dirección de un mundo incierto, sin saber a dónde lo llevaba. De parecida manera presentimos que alguien viene con nosotros pero no lo sentimos, lo presentimos como los ciegos tanteando, palpando, pero cara a cara, ya pueden despedirse, nunca nadie. Estamos de noche, en la noche de la fe.

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Otras entradas del padre Ignacio Larrañaga

Promoción Vocacional de los Frailes Menores (Franciscanos)

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Video de Promoción Vocacional sobre la Vida, Obra y Misión de la Orden de Frailes Menores. Acción franciscana en diversas partes del mundo e invitación a los jóvenes a integrarse a este estilo de vida, siguiendo a San Francisco de Asís para llegar a Cristo. Paz y Bien.

Un día pasó junto a la iglesia de San Damián, casi en ruinas y abandonada por todos, llevado por el espíritu entra a orar, se postra suplicante y devoto ante el crucifijo y tocado y tocado extraordinariamente por la gracia divina se encuentra totalmente cambiando. Mientras se siente como video en lo más hondo la imagen pintada de Cristo crucificado le habla de repente moviendo los labios: «Francisco» le dice llamándolo por su nombre «Ve, repara mi casa que, como vez, está toda en ruinas» Francisco rellena grietas y reconstruye paredes con sus propias manos, pero la oración exhortatoria del crucificado marcó sobre todo el principio de su camino de apóstol y misionero, porque quine ha encontrado a Cristo no puede tenerlo para si, debe anunciarlo.

800 años después, anunciar y realizar la buena noticia del reino de Dios sigue siendo la vocación de los hijos de Francisco, su misión, una misión que los Hermanos Menores realizan primero con su vida y después con el testimonio de su palabra…

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AgenciaCatolica.com.mx

Oración al Espíritu Santo

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Oración al Espíritu Santo

¡Espíritu Santo, Paráclito Divino, Padre de los pobres, Consolador de los afligidos, Luz de los corazones, Santificador de las almas! Mírame aquí postrado en tu presencia; te adoro con la sumisión más profunda, y repito mil veces con los Serafines que están delante de tu trono: ¡Santo, Santo, Santo!

Creo firmemente que eres eterno, consustancial al Padre y al Hijo.

Espero que por tu bondad santifiques y salves mi alma.

Te amo, ¡Dios de amor! Más que a todo lo de este mundo porque, insensible a tus inspiraciones, he cometido la ingratitud de ofenderte con tantos pecados; te pido perdón y me arrepiento de haberte disgustado. Te ofrezco mi corazón, frío como es, y te suplico hagas penetrar en él un rayo de tu luz para derretir el hielo tan duro de mis iniquidades.

Tú, Espíritu divino: fortaléceme contra los malos espíritus. Eres fuego: enciende en mí el fuego de tu amor. Eres luz: ilumíname, haciéndome conocer las cosas eternas. Eres fuente de dulzura: Disipa las tormentas que en mí levantan las pasiones; enséñame el modo de alabarte incesantemente; cúbreme con la sombra de tu protección.

Siendo el Autor de los dones celestiales, vivifícame, te ruego, con tu gracia, santifícame con tu caridad, gobiérname con tu sabiduría, adóptame por hijo tuyo con tu bondad, y sálvame con tu infinita misericordia, a fin de que no cese jamás de bendecirte, alabarte y amarte, ahora en la tierra mientras viva, y luego en el cielo por toda la eternidad. Amen.

San Alfonso María de Liborio

Cara a Cara – Jaire

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Letra

Solamente una palabra, solamente una oración
cuando llegue a tu presencia, oh Señor
no me importa en que lugar de la mesa me hagas sentar
o el color de mi corona si la llego a ganar
Solamente una palabra, si es que aún me queda voz
y si logro articularla en tu presencia
no te quiero hacer preguntas, sólo una petición
y si puede ser a solas, mucho mejor

Sólo déjame mirarte cara a cara
y perderme como un niño en tu mirada
y que pase mucho tiempo, y que nadie diga nada
porque estoy viendo al maestro cara a cara
Que se ahogue mi recuerdo en tu mirada
quiero amarte en el silencio y sin palabras
y que pase mucho tiempo y que nadie diga nada
sólo déjame mirarte cara a cara

Solamente una palabra, solamente una oración…

Sólo déjame mirarte cara a cara
aunque caiga derretido en tu mirada
derrotado y desde el suelo, tembloroso y sin aliento
aún te seguré mirando, mi maestro
Cuando caiga ante tus plantas, de rodillas
déjame llorar pegado a tus heridas
y que pase mucho tiempo y que nadie me lo impida
que he esperado este momento… toda mi vida.

Video

No me mueve, mi Dios, para quererte

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Unos de los sonetos más hermosos de Santa Teresa de Ávila. Imposible no estremecerse al escucharlo.

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Video

http://www.youtube.com/watch?v=OJnbqt0ad1k

Oración por las misiones

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Oración por las misiones

Protege, Señor,
a tus misioneros,
sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos,
que dejan todo
para dar testimonio
de tu palabra
y de tu amor.
En los momentos difíciles,
sosténlos,
consuela sus corazones,
y corona su trabajo
de frutos espirituales.
Y que tu imagen
del crucifijo
que les acompaña siempre,
hable a ellos de heroísmo,
de generosidad,
de amor y de paz. Amen

Juan XXIII