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Las Profecías sobre Jesús que se cumplen la Semana Santa – Frank Morera

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Las Profecías sobre Jesús que se cumplen la Semana Santa – Frank MoreraToda la vida de Jesús desde su encarnación, hasta su subida al cielo a la derecha del Padre para interceder como sumo sacerdote, fue un continuo cumplimiento de profesáis. Las profecías que Jesús cumplió en su vida son más de 500. Por eso al final en la cruz dirá “Todo está consumado”

Cuando Jesús dice que todo se ha consumado, quiere decir que toda la antigua alianza de Dios con Israel, en ese preciso momento en que Jesús muere en la cruz, se acabó. No se acabó porque era mala, sino que se agotó… todo el antiguo pacto que Dios hizo con Abraham y con Moisés, al Jesús morir en la cruz, a partir de ahí no queda nada que cumplirse porque el antiguo pacto se acaba en ese momento y comienza el nuevo en el que nosotros estamos en este momento. Entonces todas las profecías de antiguo testamento apuntan a Cristo…

Explicación Detallada de la Semana Santa – Ellen Rivero

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Semana SantaEllen Rivero nos explica paso a paso lo que sucede en la Semana Santa que es la última semana de Jesucristo hasta su resurrección. Comenzamos en el Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Gloria o Resurrección.

Domingo de Ramos

  • La entrada de Jesús a Jerusalén la hace en burro y no en un caballo, en burro entraban los profetas, en caballo los reyes, generales, pero El quiere dejar en claro que es humilde y no busca ser alabado.
  • Todo el pueblo sale a sus encuentro con gritos de “Hosanna” Aclamación que se usaba para pedir ayuda, agradecimiento, alegría.
  • Esta entrada nos demuestra la valentía de Jesús. En asno nos demuestra que viene en son de paz, pero afirmando que es el rey de la Paz. No venía a destrozar sino a curar y amar, no a condenar sino a ayudar y perdonar. No con el poder de las armas sino con la fuerza del amor y de la santidad.
  • Jesús quiere también entrar hoy triunfante en la vida de los hombres sobre una cabalgadura humilde. Quiere que demos testimonio de Él en la sencillez de nuestro trabajo bien hecho, con nuestra alegría, con nuestra serenidad, con nuestra sincera preocupación por los demás.

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte Explicación Detallada de la Semana Santa – Ellen Rivero

Vengan a Mi Los que Están Sobrecargados – Salvador Gómez

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Vengan a Mi Los que Están Sobrecargados - Salvador GómezSalvador Gómez nos expone y reflexiona sobre la bella historia del servidor Eliaquim que nos habla de los que van cargados, cansados, agobiados, a punto de rendirse.

Isaías 22,20-25. Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías;  (21)  lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.  (22)  pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá.  (23)  Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre.  (24)  De él estará suspendida toda la gloria de la casa de su padre: retoños y gajos, todos los vasos pequeños, desde las tazas hasta las vasijas de todas clases.  (25)  Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- cederá la estaca clavada en un sitio firme, se quebrará, caerá, y la carga que estaba sobre ella será destruida, porque ha hablado el Señor.

Mat 11,28-30  Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.  (29)  Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio.  (30)  Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

¿Qué es la Cuaresma?

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CuaresmaHay dos tiempos fuertes en la Iglesia, que son la “Cuaresma” y el “Adviento” Tiempo fuerte significa: “Un tiempo determinado para prepararme”… el tiempo fuerte de Cuaresma me prepara para los Días Santos  que vamos a vivir es decir “Semana Santa”

La Cuaresma

  • Son 40 días para prepararnos para los días Santos.
  • Necesitamos hacer una revisión de nuestra relación con Dios y con nuestros hermanos.
  • Algunas veces el hombre es un ser de costumbres y agarra rutinas, hacemos todo como robots, sin pensar, sin corazón.
  • Conversión: es voltear a otro lado, tiempo de discernimiento, de acción, de dejarme moldear.
  • Hay que reconocer delante de Dios que somos pecadores, dejar de culpar a los otros, a las circunstancias, al clima, al temperamento, a lo que herede, etc.

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40 Días Meditando la Pasión de Cristo – Pepe González

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La Pasion de CristoEl Profesor de Biblia, Pepe Gonzales, nos invita y explica como meditar 40 días (cuaresma) la pasión de Cristo nuestro Señor vamos a necesitar el libro “Las Horas de la Pasión” de Luisa Picarreta. De esta manera nos preparamos para acompañar a Jesús en su pasión la Semana Santa.

Vamos a meditar un poco sobre el libro las 24 horas de la pasión dolorosa, pero también triunfante, de nuestro amadísimo Señor Jesucristo, de Luisa Picarreta. Este será el tema de hoy que proponemos para este tiempo de preparación a la pasión del Señor en la semana Santa. Hoy comienza la Cuaresma un tiempo de gracia, y hoy, miércoles de Ceniza, un día santo, un día de penitencia, un día de ayuno, de entrega, de abnegación, de sacrificio para empezar a acompañar a nuestro Señor Jesucristo durante esos 40 días y 40 noches en el desierto de Judea donde es puesto a prueba por el demonio. Jesús, lleno de la gracia del Espíritu Santo, lo vence para gloria del Padre y para nuestra redención.

Descargar el Libro «Las Horas de la Pasión» de Luisa Picarreta

Las Horas de la Pasión – Luisa Piccarreta – Libro

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Las Horas de la Pasión - Luisa PicarretaLibro «Las Horas de la Pasión» de Luisa Picarreta. A la edad de 17 años, Luisa hizo una novena de preparación para la Navidad con nueve horas de meditación, y después de haberla terminado, Nuestro Señor la invitó a meditar de manera continua las últimas 24 horas que sufrió durante el transcurso de su Pasión, comenzando desde el momento en que se despidió de su Madre (antes de instituir la Eucaristía), hasta terminar en el instante en que fue sepultado.

En cada hora de su Pasión, Nuestro Señor mismo, nos invita a hacerle compañía y brindarle consuelo con nuestro amor, pues poco a poco conforme vayamos penetrando cada escena, cada palabra, cada verdad, cada sufrimiento, iremos comprendiendo cuán grande ha sido el amor de Nuestro Dios y por lo tanto, nos será imposible no amarlo como merece ser amado. Aprenderemos a descubrir y a conocer no sólo la Pasión externa que vivió Jesús, sino también todos aquellos sufrimientos, íntimos y ocultos a los ojos de todas las criaturas: Su Pasión interna.

Por lo tanto, meditar una hora de la Pasión significa unirnos a Jesús, para hacer lo mismo que él hacía durante cada una de las escenas de su Pasión, como por ejemplo: las oraciones y reparaciones que él hacía a su Padre en su interior, cuando era flagelado, coronado de espinas, crucificado, etc… y para ello nos servimos de este libro: «Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo«. De manera que, cada vez que leamos, meditemos, penetremos o profundicemos cada hora de su Pasión, tratemos de hacer nuestras sus mismas oraciones, sus mismas intenciones, sus mismas reparaciones, para poder junto con él, elevarlas al Padre por la salvación y el bien de toda la humanidad.

Descargar el Libro Las Horas de la Pasión

Veamos aquí un Fragmento:

PRIMERA HORA

De las 5 a las 6 de la tarde

Jesús se despide de su Madre Santísima

Gracias te doy, oh Jesús, por llamarme a la unión contigo por medio de la oración, y tomando tus pensamientos, tu lengua, tu corazón y fundiéndome toda en tu Voluntad y en tu amor, extiendo mis brazos para abrazarte y apoyando mi cabeza sobre tu corazón empiezo:

Oh Celestial Mamá, la hora de la separación se acerca y yo vengo a Ti. ¡Oh Madre, dame tu amor y tus reparaciones, dame tu dolor, porque junto contigo quiero seguir paso a paso al adorado Jesús!

Y he aquí que Jesús viene y Tú con el alma rebosante de amor corres a su encuentro, pero al verlo tan pálido y triste el corazón se te oprime por el dolor, las fuerzas te abandonan y estás a punto de desfallecer a sus pies. Oh dulce Mamá mía, ¿sabes por qué ha venido a Ti el adorable Jesús? ¡Ah! Él ha venido para darte el último adiós, para decirte la última palabra, para recibir el último abrazo.

Oh Mamá, a Ti me estrecho con toda la ternura de la cual es capaz este mi pobre corazón, a fin de que estrechado y unido a Ti, también yo pueda recibir los abrazos del adorado Jesús. ¿Me desdeñarás acaso Tú? ¿No es más bien un consuelo para tu corazón tener un alma a tu lado y que comparta contigo las penas, los afectos, las reparaciones?

Oh Jesús, en esta hora tan desgarradora para tu ternísimo corazón, qué lección nos das de filial y amorosa obediencia hacia tu Mamá. ¡Qué dulce armonía hay entre Tú y María, qué suave encanto de amor que sube hasta el trono del Eterno y se extiende para salvación de todas las criaturas de la tierra!

Oh Celestial Mamá mía, ¿sabes qué quiere de Ti el adorado Jesús? No quiere otra cosa que tu última bendición. Es verdad que de todas las partes de tu ser no salen sino bendiciones y alabanzas a tu Creador, pero Jesús al despedirse de Ti quiere oír las dulces palabras: “Te bendigo oh Hijo.” Y este te bendigo aleja todas las blasfemias de sus oídos, y dulce y suave desciende a su corazón; y casi como para poner una defensa a todas las ofensas de las criaturas, Jesús quiere tu “te bendigo.”

Yo me uno a Ti, oh dulce Mamá, sobre las alas del viento quiero girar por el Cielo para pedir al Padre, al Espíritu Santo, a todos los ángeles, un “te bendigo” para Jesús, a fin de que yendo a Él le pueda llevar sus bendiciones. Y aquí en la tierra quiero ir a todas las criaturas y pedir de cada labio, de cada latido, de cada paso, de cada respiro, de cada mirada, de cada pensamiento, bendiciones y alabanzas a Jesús, y si ninguno me las quiere dar, yo quiero darlas por ellos.

Oh dulce Mamá, después de haber girado y vuelto a girar para pedir a la Trinidad Sacrosanta, a los ángeles, a todas las criaturas, a la luz del sol, al perfume de las flores, a las olas del mar, a cada soplo de viento, a cada llama de fuego, a cada hoja que se mueve, al centellear de las estrellas, a cada movimiento de la naturaleza un “te bendigo”, vengo a Ti y uno mis bendiciones a las tuyas.

Dulce Mamá mía, veo que recibes consuelo y alivio por esto, y ofreces a Jesús todas mis bendiciones en reparación de las blasfemias y maldiciones que Él recibe de las criaturas. Pero mientras te ofrezco todo, oigo tu voz temblorosa que dice: “Hijo, bendíceme también a Mí.”

Oh dulce amor mío, Jesús, bendíceme también a mí junto con tu Mamá, bendice mis pensamientos, mi corazón, mis manos, mis obras, mis pasos, y junto con tu Mamá bendice a todas las criaturas.

Oh Madre mía, al mirar el rostro del adolorido Jesús, pálido, triste, desgarrador, se despierta en Ti el recuerdo de los dolores que dentro de poco Él deberá sufrir. Adivinas su rostro cubierto de salivazos y lo bendices, la cabeza traspasada por las espinas, los ojos vendados, el cuerpo desgarrado por los azotes, las manos y los pies traspasados por los clavos, y adonde quiera que Él está a punto de ir, Tú lo sigues con tus bendiciones, y junto contigo lo sigo también yo. Cuando Jesús sea golpeado por los azotes, coronado de espinas, abofeteado, traspasado por los clavos, dondequiera encontrará junto a tu “te bendigo”, el mío.

Oh, Jesús, oh Madre, os compadezco; inmenso es vuestro dolor en estos últimos momentos, el corazón de uno parece que arranque el corazón del otro. Oh Madre arranca mi corazón de la tierra y átalo fuerte a Jesús, a fin de que estrechado a Él pueda tomar parte de tus dolores, y mientras os estrecháis, os abrazáis, os dirigís las últimas miradas, los últimos besos, estando yo en medio de vuestros dos corazones pueda recibir vuestros últimos besos, vuestros últimos abrazos. ¿No veis que yo no puedo estar sin Vosotros, no obstante mi miseria y mi frialdad?

Jesús, Mamá, tenedme estrechada a Vosotros, denme vuestro amor, vuestro Querer, saetead mi pobre corazón, estrechadme entre vuestros brazos, y junto contigo, oh dulce Madre, quiero seguir paso a paso al adorado Jesús con la intención de darle consuelo, alivio, amor y reparación por todos.

Oh Jesús, junto a tu Mamá te beso el pie izquierdo suplicándote que quieras perdonarme a mí y a todas las criaturas por cuantas veces no hemos caminado hacia Dios.

Beso tu pie derecho, perdóname a mí y a todos por cuantas veces no hemos seguido la perfección que Tú querías de nosotros.

Te beso la mano izquierda pidiéndote nos comuniques tu pureza.

Beso tu mano derecha, bendíceme todos mis latidos, pensamientos, afectos, a fin de que validados por tu bendición todos se santifiquen, y junto conmigo bendice también a todas las criaturas, y sella la salvación de sus almas con tu bendición.

Oh Jesús, junto a tu Mamá te abrazo, y besándote el corazón te ruego que pongas en medio de vuestros dos corazones el mío, a fin de que se alimente continuamente de vuestros amores, de vuestros dolores, de vuestros mismos afectos, deseos y de vuestra misma Vida. Así sea.

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