Señor, Déjame ser tu Esposa – Testimonio Vocacional de la Hermana Morgan Medbery

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Hermana Morgan MedberyLa hermana Morgan Medbery originaria de Estados Unidos nos describe cómo fue que el Señor la enamoró desde los 6 años gracias al testimonio de una monja que decía pertenecer solamente a Dios. Hoy forma parte de las Siervas del Hogar de la Madre.

Cuando empecé a cambiar un poco, recuerdo que estaba rezando después de comulgar y estaba pidiendo al Señor (en ese momento yo solo quería ser su esposa), entonces me puse ahí de rodillas y estaba pidiendo “Por favor, déjame ser tu esposa, déjame ser tu esposa porque no quiero nada mas, no quiero a nadie más” y sentí que el Señor me decía que “Vale, yo te acepto como mi esposa, pero antes tienes que cambiar muchas cosas”… Poco a poco el Señor te va dando la gracia.

HogardelaMadre.org

Cómo es una Monja de Vida Contemplativa – Carmelitas Descalzas de Valladolid

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Cómo es una Monja de Vida Contemplativa - Carmelitas Descalzas de ValladolidFelices y enamoradas como pocas, así viven 18 hermanas  en el Convento de Carmelitas Descalzas de Valladolid, en el Monasterio del Corazón de Jesús y de san José. Ellas han decidido dedicarse a rezarle al Señor hasta el final de sus vidas.

En este reportaje nos muestran a Jesús como la razón de su alegría y nos comparten algunos de sus inesperados testimonios las más jóvenes del monasterio, que van desde tocar heavy metal, servir bebidas en un bar, estudiar medicina o usar piercings y vestir como Gótica…

CarmelitasValladolid.es

La Iglesia Vive para Evangelizar, y si no Evangeliza no es Iglesia – José Prado Flores

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José Prado FloresJosé Prado Flores, fundador de las escuelas de evangelización San Andrés, nos habla de su experiencia de muchos años de evangelizar, muchas veces a contracorriente, en la misma iglesia. Esto fue en una entrevista en el programa Nuestra fe en Vivo de EWTN.

“Nosotros queremos confirmar que la tarea de la Evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia; una tarea y misión que los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgentes. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para Evangelizar.” (Pablo VI.- Evangelii Nuntiandi 14).

EWTN.com

Sentadas a los Pies del Señor – Hermana María José Socias

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Sentadas a los Pies del SeñorLa hermana María José Socias de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María nos invita, con esta reflexión del pasaje de la samaritana a permanecer a los pies del Señor Jesús para saciar la sed que tenemos de Dios y la sed que Dios tiene de nosotros.

Allí se encuentra el pozo de Jacob. Jesús, cansado por la caminata, se sentó al borde del pozo. Era cerca del mediodía. Fue entonces cuando una mujer samaritana llegó para sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber. Los discípulos se habían ido al pueblo para comprar algo de comer. La samaritana le dijo: «¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Se sabe que los judíos no tratan con los samaritanos). Jesús le dijo: «Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría. Ella le dijo: «Señor, no tienes con qué sacar agua y el pozo es profundo. ¿Dónde vas a conseguir esa agua viva?» Nuestro antepasado Jacob nos dio este pozo, del cual bebió él, sus hijos y sus animales; ¿eres acaso más grande que él?» Jesús le dijo: «El que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna. La mujer le dijo: «Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua. Jesús le dijo: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá. La mujer contestó: «No tengo marido. Jesús le dijo: «Has dicho bien que no tienes marido, pues has tenido cinco maridos, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad. La mujer contestó: «Señor, veo que eres profeta. Nuestros padres siempre vinieron a este cerro para adorar a Dios y ustedes, los judíos, ¿no dicen que Jerusalén es el lugar en que se debe adorar a Dios?» Jesús le dijo: «Créeme, mujer: Llega la hora en que ustedes adorarán al Padre, pero ya no será «en este cerro» o «en Jerusalén». Ustedes, los samaritanos, adoran lo que no conocen, mientras que nosotros, los judíos, adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Entonces serán verdaderos adoradores del Padre, tal como él mismo los quiere. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad. La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías (que es el Cristo), está por venir; cuando venga nos enseñará todo. Jesús le dijo: «Ese soy yo, el que habla contigo. Juan 4,6-26.

Corazones.org

Historia de la Salvación – Taller de Biblia con el Padre Mario Cruz

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Historia de la Salvación

El Padre Mario Cruz nos lleva a recorrer la historia de la salvación en este taller de biblia que consta de 8 sesiones en las cuales iremos conociendo muchos de los personajes de la biblia pero sobretodo su interacción con Dios. El curso – taller fue impartido en la Parroquia de Santa María Reina de los Apóstoles, Diócesis de Saltillo, México.

Sesión 1. Introducción

Sesión 2. Mundo Primitivo

Sesión 3. Los Patriarcas Historia de la Salvación – Taller de Biblia con el Padre Mario Cruz

Amense como Yo los he Amado – Quinto Domingo de Pascua

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Amense como Yo los he AmadoQuinto Domingo de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 14,21b-27

Después de haber evangelizado esa ciudad, donde hicieron muchos discípulos, regresaron de nuevo a Listra y de allí fueron a Iconio y Antioquía.
A su paso animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían: “Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios.»
En cada Iglesia les hacían designar presbíteros y, después de orar y ayunar, los encomendaban al Señor en quien habían creído.
Atravesaron la provincia de Pisidia y llegaron a la de Panfilia. Predicaron la Palabra en Perge y bajaron después a Atalía.
Allí se embarcaron para volver a Antioquía, de donde habían partido encomendados a la gracia de Dios para la obra que acababan de realizar.
A su llegada reunieron a la Iglesia y les contaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto las puertas de la fe a los pueblos paganos.

Salmo 145(144),8-9.10-11.12-13

El Señor es ternura y compasión,
paciente y lleno de amor.
El Señor es bondad para con todos,
sus ternuras están en todas sus obras.
Te den gracias, Señor, todas tus obras,
te bendigan tus amigos;
que hablen de la gloria de tu reino
y anuncien tus hazañas,
para que vean los hombres tus proezas,
el brillo y la gloria de tu reino.
Tu reino es reino por todos los siglos,
y tu imperio por todas las edades.
Fiel es el Señor en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus obras.

Apocalipsis 21,1-5a

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar no existe ya.
Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo.
Y oí una voz que clamaba desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y él será Dios-con-ellos;
él enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena, pues todo lo anterior ha pasado.»
Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Ahora todo lo hago nuevo». Luego me dijo: «Escribe, que estas palabras son ciertas y verdaderas.»

Evangelio según San Juan 13,31-33a.34-35

Cuando Judas salió, Jesús dijo: «Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él. Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto.
Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los ju díos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir.
Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros.»