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Mi Reino No es de Este Mundo – Hno Mariosvaldo Florentino

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Jesucristo es un Rey que reina desde la cruz, su corona son las espinas, sus brazos están extendidos, su corazón está abierto y herido de amor. El Hermano Mariosvaldo Florentino medita sobre el reino de Cristo y sus difrencias con los reyes y reinos de este mundo.

Vías para Responder al Ateísmo, al Escepticismo y la Indiferencia hacia Dios – Benedicto XVI

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Vías para Responder al Ateísmo, al Escepticismo y la Indiferencia hacia Dios -  Benedicto XVILas tres vías para responder al ateísmo, al escepticismo y a la indiferencia hacia Dios, son la contemplación de la belleza de la creación, el descubrimiento de la «aspiración al infinito» que todo hombre lleva dentro de sí, y el testimonio de una fe que nace del encuentro con Cristo. Las indicó Benedicto XVI, esta mañana, en su catequesis de la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI, ante más de nueve mil fieles.

Texto completo de la Catequesis del Santo Padre:

El miércoles pasado, meditamos sobre el deseo de Dios que el ser humano lleva en lo más profundo de sí mismo. Hoy me gustaría seguir profundizando con ustedes este aspecto y meditando brevemente sobre algunas vías para llegar al conocimiento de Dios:

Pero quisiera recordar que la iniciativa de Dios precede siempre cualquier iniciativa del hombre, y también en el camino hacia Él, es Él el primero que nos ilumina, nos orienta y guía, respetando nuestra libertad. Así como es siempre Él, el que nos hace entrar en intimidad con Él mismo, revelándose y donándonos la gracia de poder acoger esta revelación en la fe. No olvidemos nunca la experiencia de san Agustín: no somos nosotros los que poseemos la Verdad después de haberla buscado, sino que es la Verdad la que nos busca y nos posee».

Pero, hay vías que pueden abrir el corazón del hombre al conocimiento de Dios, hay signos que conducen a Dios. Por supuesto, a menudo corremos el riesgo de quedar deslumbrados, por el brillo de la mundanidad, que nos hace menos capaces de recorrer algunos caminos o de leer esos signos.

Sin embargo, Dios no se cansa de buscarnos, es fiel al hombre que ha creado y redimido, permanece cerca de nuestras vidas, porque nos ama. Ésta es una certeza que nos debe acompañar todos los días, a pesar de que ciertas mentalidades difusas dificulten la misión de la Iglesia y de los cristianos de comunicar la alegría del Evangelio a todas las criaturas y de conducir a todos al encuentro con Jesús, único Salvador del mundo. Sin embargo, ésta es nuestra misión, es la misión de la Iglesia y cada creyente debe vivirla con alegría, sintiéndola como propia, a través de una vida verdaderamente animada por la fe y marcada por la caridad, por el servicio a Dios y a los demás, y capaz de irradiar esperanza. Esta misión resplandece sobre todo en la santidad, a la que todos estamos llamados.

Hoy en día, sabemos que no faltan dificultades y pruebas para la fe, a menudo poco comprendida, contestada y rechazada. San Pedro – como hemos escuchado – dijo a sus cristianos: «Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. Pero háganlo con suavidad y respeto» (1 Pe 3, 15-16). En el pasado, en Occidente, una sociedad que se consideraba cristiana, la fe era el ambiente en el que todos se movían, la referencia y la adhesión a Dios eran, para la mayoría de la gente, parte de la vida cotidiana. Más bien, el que no creía, sentía que debía justificar su incredulidad. En nuestro mundo, la situación ha cambiado y, cada vez más, el creyente debe ser capaz de dar razón de su fe. El Beato Juan Pablo II, en su Encíclica Fides et Ratio, hizo hincapié en cómo la fe está puesta a prueba, también en la época contemporánea, atravesada por formas sutiles e insidiosas de ateísmo teórico y práctico (cf. nn. 46-47). A partir del Iluminismo, la crítica contra la religión se ha intensificado; la historia se ha caracterizado también por la presencia de sistemas ateos, en los que se consideraba a Dios como una mera proyección del espíritu humano, una ilusión, y el producto de una sociedad distorsionada por tantas alienaciones. El siglo pasado ha sido testigo de un fuerte proceso de secularismo, en nombre de la autonomía absoluta del hombre, considerado como medida artífice de la realidad, pero empobrecido por su ser criatura «a imagen y semejanza de Dios». En nuestro tiempo, se ha verificado un fenómeno particularmente peligroso para la fe: hay una forma de ateísmo que definimos, precisamente, «práctico», que no niega las verdades de la fe o los ritos religiosos, sino que simplemente los considera sin importancia para la vida cotidiana, separados de la vida, inútil. A menudo, entonces, se cree en Dios de una manera superficial, y se vive «como si Dios no existiera» (etsi Deus no daretur). Al final, sin embargo, esta forma de vida es aún más destructivo, porque conduce a la indiferencia ante la fe y la cuestión de Dios. Vías para Responder al Ateísmo, al Escepticismo y la Indiferencia hacia Dios – Benedicto XVI

Un Camión lleno de Ateos Rumbo a Medjugorje – Sor Emmanuel Mainllard

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Conferencia dada durante la Misión de Sor Emmanuel en España en septiembre 2012, con objeto de difundir los mensajes de la Reina de la Paz, habitualmente reside en Medjugorje.

«Mi hijo, licenciado en Ateísmo Científico, quiere entrar en el seminario» – Conversión de Andrey Kuraev

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Andrey KuraevAndrey Kuraev nació en 1963 en Moscú. Siendo niño a principio de los años 70, «yo soñaba con el comunismo«, explica. «Me lo imaginaba como una gran tienda llena de juguetes donde uno podía coger gratis cualquier cosa, sin dinero y sin que los padres dijesen que no se lo podían permitir”.

Los padres de Andrey no eran creyentes. Tampoco eran especialmente militantes del ateísmo. Su padre era filósofo y trabajaba en el Presidium de la Academia de Ciencias. El niño creció con un gusto por la filosofía. En el colegio fue redactor de un periodico escolar llamado «El Ateo». A la hora de elegir carrera universitaria, se apuntó a la licenciatura más ideológica de todas: Teoría e Historia del Ateísmo Científico.

Y allí, en la licenciatura de ateísmo, por primera vez el joven Kuraev tomó contacto con los textos reales del Evangelio.

Mucha mentira y mucha incompetencia

En los libros soviéticos, con sus comentarios acerca de la historia del cristianismo, empezó a ver que la crítica materialista no cuajaba. “Muy pronto me di cuenta de que en esos libros había mucha mentira, muchas conjeturas y un sinfín de la más simple incompetencia. En mi época, ninguno de los profesores conocía hebreo ni griego, pero eso no les impedía hablar de una crítica científica a la Biblia. Eso me decepcionó mucho”.

De esa decepción académica vino la decepción de lo práctico. La misma atmósfera de la sociedad socialista de los años 80 le hacía mirar a la Iglesia. El joven Andrey se dijo: “Si ves que tu querido Partido te miente en lo pequeño y en lo grande, quizás tampoco tiene razón en lo que él mismo proclama como la cuestión principal de la filosofía: ¿Existe Dios? ¿Qué prevalece, la materia o la razón?”

Dostoyevskiy y el diablo

En 1981, con 18 años, Kuraev leyó “Los Hermanos Karamazov” de Dostoevskiy. Allí descubrió al demonio… y también a Cristo como Dios, Creador, Salvador y Juez del día final.

“Entendí que las tentaciones ofrecidas por Satán a Cristo en el desierto fueron la elección más extrema, exacta y global. Y por eso acepté la característica del demonio, espíritu de sabiduría y maldad sobrehumanas. Así que primero admití la existencia del demonio. Y de allí, por lógica, si Cristo pudo rechazar las tentaciones, Él también era de sabiduría sobrehumana, pero también de bondad. Supe que Cristo era Salvador, y mi sensación de vacío interior desapareció».

La KGB y los estudiantes de ateísmo

Por esas fechas fue cuando Andrey colaboró con la KGB sin saberlo. «A nosotros, los estudiantes especializados en ateísmo, el director de cátedra nos dijo que el Comité de los Jóvenes Comunistas de Moscú estaba realizando una investigación sociológica sobre la religiosidad juvenil. Nos pedían hacer el trabajo de campo en forma de observación directa: visitar las iglesias moscovitas cada domingo y luego rellenar los cuestionarios. Teníamos que indicar el nombre del sacerdote, el contenido de su sermón (detallando si se dirigía específicamente a la juventud, si citaba sólo la Biblia y Padres de la Iglesia o también la prensa y literatura contemporáneas, a qué llamaba al pueblo, etc.). También teníamos que indicar, a ojo, el número de feligreses, cuántos jóvenes había y si reconocíamos a alguien, indicarlo, pero sin especificar los nombres, lo que ya sería una delación abierta», explicó años después Kuraev.

«Yo no era capaz ni de distinguir la lectura del Evangelio del sermón y cuando intenté preguntar a los feligreses, la gente me trató de mala gana. Preferían no dar ninguna información a un desconocido curioso. Los sermones no me impresionaron. En ellos, al igual que en mis informes, no había nada de política. Pero me dediqué a falsificar las cifras descaradamente. Para chinchar al poder soviético, yo aumentaba el número de feligreses, sobre todo jóvenes. Indiqué que los sacerdotes combinaban perfectamente el conocimiento de la patrística con la cultura clásica y contemporánea. Así creía que ayudaba a la Iglesia… Pasado un año, ya me di cuenta que era justo al revés. Que para el poder lo de tener feligreses jóvenes en un templo era una señal para ir a aplicar sus medidas de persuasión a los sacerdotes demasiado activos”.

En clase de Incompatibilidad Ciencia-Fe «Mi hijo, licenciado en Ateísmo Científico, quiere entrar en el seminario» – Conversión de Andrey Kuraev

«O me Suicido o Trato de Creer en Dios» – Conversión de Devin Rose, ex Ateo, ex Protestante

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Religión en Libertad

"O me Suicido o Trato de Creer en Dios" - Conversión de Devin Rose, ex Ateo, ex ProtestanteDevin Rose nació en una familia de tradición cristiana, entendiendo con eso que lo eran sólo de nombre. De hecho, en casa le habían inculcado que los hombres provenían de una evolución del «fango original». Por eso, no es de maravillarse que en su adolescencia, una vez obtenido el uso de razón, Devin se haya declarado con orgullo no creyente. Había nacido un ateo.

Su paso por la escuela secundaria le ayudó a envalentonarse aún más en esta posición, dado el supuesto amplio consenso de sus compañeros en este campo. Pero al llegar a la universidad, algo pasó. A pesar de tener éxito en aquello que realizaba (buenas notas, una novia bonita, el amor de su familia, un montón de amigos, …) había algo que no funcionaba: «empecé a ser devorado por la ansiedad», cuenta él mismo.

«Me ponía nervioso en las reuniones sociales, en los restaurantes, en el cine; incluso estando en clase. Mi estómago se agitaba y tenía miedo de tener que salir corriendo de la clase, poniéndome en ridículo delante de todos».

Con el paso del tiempo, esta ansiedad no hizo sino aumentar, llegando a verdaderos ataques de pánico, aparentemente sin ningún motivo. Llegó incluso a desear la muerte: él, un estudiante de honor, con beca completa, atleta talentoso y rodeado de buenos amigos y el amor de su familia.

Ante esta situación, por fin se enfrentó a su ateísmo, que para él era ahora sinónimo de su desesperación: «La delgada capa de la comodidad, la prosperidad y el bienestar general me habían protegido siempre en mi vida de enfrentarme a las terribles conclusiones existenciales de mi visión del mundo. Un día, en un inquietante «sueño despierto», vi ante mí, de manera total, la oscuridad, una vacía manifestación viva de mi desesperación».

En medio de este dolor, acudió a su madre y le abrió su alma: «Doy gracias a Dios ahora que, incluso en la desesperación, me dio una madre cariñosa a la que podría acudir en una situación en la que pensaba que no tenía otro lugar adonde ir». Juntos, acudieron a un psicólogo –otro palo para Devin, que miraba con desdén a las personas que acudían a uno– y la terapia empezó a dar sus resultados. «O me Suicido o Trato de Creer en Dios» – Conversión de Devin Rose, ex Ateo, ex Protestante

María Modelo de Fe – Kimberly Kramar

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Kimberly Kramar y Fray Manolo Fugueroa nos hablan de la Sanisima Virgen María como la Modelo de Fe en el programa Vida Nueva de Mariavision.