Philippe Ariño ha irrumpido con fuerza en pleno debate sobre el «matrimonio» gay en Francia.
Como su apellido indica, es de ascendencia española y además es profesor de español en Secundaria, aunque ahora está en excedencia. El motivo es muy sencillo: lleva un año dando charlas a lo largo y ancho de Francia -por no hablar de sus numerosas intervenciones en los medios- para disertar sobre su doble condición de homosexual y católico. Y muy especialmente para explicar por qué ha encontrado la alegría de vivir tras renunciar a la practica homosexual para respetar las enseñanzas de la Iglesia. Más en un día tan señalado como este domingo en el que cientos miles de franceses bajaron a la calle contra el proyecto de «matrimonio» gay del presidente François Hollande.
¿Está optimista o pesimista respecto de la manifestación?
No estoy optimista pero sí lleno de esperanza.
¿Por qué?
Porque la esperanza es más lúcida que el optimismo: nada está decidido hasta que se vote la ley. Además, la calle dispone de un verdadero poder de expresión, si bien no hay que llamarse a engaño: la decisión final pertenece al legislador. Por lo tanto, la manifestación del domingo solo es una primera etapa, con gran fuerza simbólica, pero insuficiente.
Hombre, algo es algo.
Será el detonante de largas semanas de debate durante las cuales los franceses no dispondrán de mucho espacio para expresarse. De ahí que espere poco de la manifestación, entendida como acontecimiento puntual, y prefiera concentrarme en el día después de la manifestación. Confío en nuestros dirigentes.
¿Incluso en Hollande?
Si quiere demostrar que es un gran presidente, capaz incluso de contradecirse, que escucha a su pueblo y no a los medios, si quiere que los franceses le consideren por fin como su presidente -de momento no es el caso: ahí está su baja popularidad-, no debe perder la oportunidad única que se le brinda de retirar el proyecto de «matrimonio para todos». Incluso sus promotores no le apoyan.
Lo que es seguro es que usted no celebrará ningún «matrimonio para todos»: en enero de 2012 decidió vivir en una entrega total a Dios. ¿Qué motivó su decisión? Philippe Ariño – Nadie Imagina lo Feliz que soy desde que no Practico la Homosexualidad